viernes, 15 de junio de 2007

Planetas, la cuenta magna

Hace un mes, hubo una noticia que inundó a los astrobiólogos como mareas altas en la Bahía de Fundy: la existencia de un planeta posiblemente habitable alrededor de la estrella cercana Gliese 581.

Ciertamente fue uno de los descubrimientos más promisorios en toda la cruzada de búsqueda de planetas. Y eso me llevó a imaginarme el panorama. En particular, ¿cuántos mundos están todavía más allá del campo de visión de nuestros telescopios, aislados en la enrarecida lugubrez del cosmos?

La respuesta es "bastantes".

Claro, es una respuesta ambigua, pero es un cambio radical de la situación de hace algunas décadas. En mi infancia, pasaba largo tiempo sentado en la oscuridad en el Planetario Hayden de Nueva York. Allí, los narradores proclamarían que los (entonces) nueve planetas que orbitaban al Sol eran el producto de un pequeño accidente estelar. Hace miles de millones de años, me dijeron, alguna fortuita estrella se deslizó cerca del Sol, su gravedad extrajo gas caliente que se enfrió y se condensó en planetas.

El panorama de la propincua colisión fue promovida por vez primera por Alexander Bickerton, astrónomo de Nueva Zelanda a finales del siglo 19. Debido tal vez a su don sensasionalista, o posiblemente a la creación estilo Génesis de planetas fértiles sacados de las rugientes e incandescentes costillas del Sol, este improbable concepto gozó de más popularidad de la merecida. De haber sucedido así (y el hecho de que no pudo haber sucedido así fue rápidamente obvio para los teóricos, puesto que no se logró explicar el enorme movimiento angular de los planetas), un engañoso esquema acordaría que nuestro sistema solar es casi el único ensamblaje planetario en toda la Galaxia. Tales conatos de colisión son increíblemente raros. Encontrar estrellas solitarias en los vecindarios de otras es casi tan frecuente como encontrar Sherpas del Himalaya en el suyo.

Así que podemos descartar la procreación de planetas a través de dos estrellan que disfrutan de un breve encuentro. En cambio, sabemos que los pequeños y fríos mundos surgen a partir de un disco de gas y polvo que rodea a una estrella naciente. Aún existen controversias acerca de los detalles de este proceso, pero no hay duda de que la Naturaleza ha urdido un adocenado método para extraer los escasos átomos pesados (silicio, carbono, oxígeno, níquel, hierro) de las tenues nieblas de discos protoplanetarios, y reconfigurándolos en balones de miles de millas de grosor. Abundancia de planetas.

¿Cuán numerosa es la "abundancia"? La cuenta de planetas extrasolares es actualmente de casi 240, un número que aumenta más rápidamente que el odómetro de Mario Andretti. De todas las estrellas estudiadas, a casi el 5-10% se le han descubierto planetas. Pero nuestros instrumentos están lejos de ser perfectos y Geoff Marcy, paladín de los caza planetas, calcula que el porcentaje de estrellas con planetas es mucho más alto.

"Virtualmente todas las estrellas simples (aquellas estrellas que no están en sistemas binarios), deben tener planetas de algún tipo -- rocoso, gaseoso, tipo Neptuno, y así sucesivamente", dice Marcy. "Entre las estrellas binarias, todas aquellas separadas por al menos la distancia entre nosotros y Plutón, también tienen planetas de algún tipo". Puesto que casi la mitad de todas las estrellas son binarias, y la mitad de esas están extensamente separadas, la conclusión es que Marcy sospecha que casi las tres cuartas partes de todas las estrellas galácticas tienen planetas. Desde una perspectiva astronómica, eso es muy aceptable.

Ahora, ¿cuántos planetas tiene cada estrella? Veamos, el Sol tiene ocho, nueve o algunos más, dependiendo de su simpatía semántica. Pero desde el punto de vista de la biología extraterrestre, el conteo de planetas es apenas difícilmente aceptable, dado que existen al menos cinco lunas en nuestro propio sistema solar que son lo bastante grandes y lo suficientemente complejas para seducirnos como probables alojamientos de vida. Actualmente conocemos 7 objetos más (dos planetas, además de 5 lunas) en nuestro traspatio que tal vez -- y sólo tal vez -- pudieran brindar condiciones propicias para la vida.

Concretando: existen algunos cientos de miles de millones de estrellas en la Galaxia, y hay tal vez un ciento de miles de millones de galaxias en esa parte del cosmos que podemos inspeccionar con nuestros telescopios. Con 5 o 10 orbes interesantes por sistema solar, el universo visible contiene la respetable cifra de cien mil trillones de mundos. Cien mil trillones (100,000'000,000'000,000'000,000). Eso es más que todas las motas de polvo que flotan en todas las habitaciones de todos los edificios de la Tierra. Seguramente, el planeta que orbita a Gliese 581 es engañoso. Tal vez cuenta con las condiciones para albergar vida e incluso tal vez tenga vida. Pero también, es posible que no la tenga.
Pero como una vez le dije a mi compañero de cuarto cuando su novia se pavoneaba con el mariscal de campo del equipo de futbol, "hay mucho de donde escoger".

Fuente Original: Instituto SETI
Autor: Seth Shostak, Astrónomo Senior

Traducido por: María Luisa Hernández Castro

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