miércoles, 13 de junio de 2007

El Telescopio Spitzer investiga los orígenes de la vida



Esta composición en color falso captada por el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA y el Observatorio Chandra de Rayos X de la NASA muestra el remanente de tal explosión.
Crédito de la Imagen: NASA/JPL-Caltech/Harvard-Smithsonian CfA.

Los astrónomos sospechan que en tiempos primitivos, la Tierra era un lugar muy escabroso con temperaturas extremas y bombardeado constantemente por residuos cósmicos. Muchos científicos piensan que los materiales que dieron origen a la vida, o los bloques de la vida, debieron ser muy resistentes para sobrevivir este turbulento ambiente.

Ahora, el Telescopio Espacial Spitzer de la NASA, ha descubierto que las moléculas orgánicas llamadas hidrocarburos aromáticos policíclicos, que se creía estaban entre los bloques de la vida, pueden sobrevivir otro tipo de ambiente rudo, una explosión llamada supernova. Las supernovas son las violentas muertes de las estrellas más masivas. En su muerte, estos objetos volátiles hacen estallar toneladas de ondas energéticas en el cosmos, destruyendo la mayor parte del polvo que las rodea.


El hecho de que los hidrocarburos aromáticos policíclicos puedan sobrevivir a una supernova indica que son extremadamente resistentes -- del modo en que las cucarachas resisten una explosión nuclear. Tal durabilidad pudiera ser una prueba futura de que esas moléculas de hecho se encuentran entre los ladrillos de la vida.

Achim Tappe del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsoniano en Cambridge, Mass., utilizó el instrumento espectrógrafo infrarrojo del Spitzer para detectar cantidades abundantes de hidrocarburos aromáticos policíclicos en la cresta de los remanentes de la supernova N132D. Estos remanentes se encuentran a 163,000 años luz en un vecindario galáctico denominado Gran Nube de Magallanes.

"El hecho de que podamos observar hidrocarburos aromáticos policíclicos sobreviviendo esta explisión nos da una idea de su resistencia", dice Tappe.

Estas desconcertantes moléculas consisten en átomos de carbono e hidrógeno, y han sido ubicadas dentro de cometas, alrededor de regiones de formación estelar y de discos de formación planetaria. Ya que la vida en la Tierra está basada en el carbono, los astrónomos sospechan que algo del carbono original de la Tierra pudiera haber venido de estas moléculas -- posiblemente de los cometas que golpearon en la Tierra primitiva.

Los astrónomos dicen que existe evidencia de que una gran estrella explotó cerca de nuestro sistema solar mientras éste comenzaba a formarse hace casi 5 mil millones de años. De ser así, los hidrocarburos aromáticos policíclicos que sobrevivieron esa explisión pudieron haber ayudado a sembrar la vida en nuestro planeta.

El informe de Tappe fue publicado en la edición del 10 de diciembre de 2006 de Astrophysical Journal.

Enlace Original: jpl.nasa.gov

Traducido por María Luisa Hernández Castro

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