La Batalla de la Roca Bounce
Resumen: Abril 18, 2004.- Cuando el rover Opportunity rebotó en el único objeto de tamaño decente a la vista, los científicos debatieron acerca de si habían aterrizado en una roca o en un meteorito. También tuvieron que considerar si su propio hardware punteaba el paisaje. La batalla en la roca Bounce sin embargo tenía mucho más que decir cuando se conociera la química del objeto.

Steve Squyres, el investigador principal del Mars Exploration Rover, escribió en su diario de ciencia el 16 de Abril: “Bien, la Batalla de la Roca Bounce ha terminado”.
Squyres se refería no solo a la extraña roca que descansa solitaria en la plana llanura Meridiani, sino también qué batallas tuvieron que incluso ser emprendidas para considerarla como una roca.

“Al principio, no todos en el equipo estaban realmente convencidos de que era una roca”, menciona Squyres. “Había cierta especulación de que pudiera ser que realmente haya sido una de las cubiertas de la bolsa de aire, sacudida durante el aterrizaje por un choque particularmente fuerte. Antes de que la obtuviéramos intentábamos un pequeño juego de adivinanza, con los votos parejos entre “roca marciana” y “equipo de vuelo”, junto con algunas almas valientes quienes pensaron que pudiera ser un meteorito”. El equipo de vuelo ha presentado un número de imágenes fantásticas en el aterrizaje, desde objetos parecidos a hilos de bolsa de aire y paracaídas hasta diminutos pedacitos de papel.
“Solo había un objeto allá afuera del cráter Eagle que se veía remotamente igual a una roca de buen tamaño. La bautizamos “Roca Bounce” porque podíamos ver que las bolsas de aire habían rebotado justo arriba de ella mientras se efectuaba el aterrizaje”, escribió Squyres. “¡Pareciera que si había solo una roca en millas a la redonda, encontramos una manera de golpearla!”
“Fue divertido, y de seguro fue interesante, pero fue un poco de esfuerzo”, describió Squyres. “Había un muy agradable espectro Mini-TES que nos tenía avanzando por un rato y que parecía mostrar mucha hematita en la roca. Sabíamos que había hematita en el suelo de Meridiani, pero esta fue la primera vez que hemos conseguido una señal de hematita de una roca… así que parecía muy interesante. Rodamos hasta ella, sacamos el Espectrómetro Moessbauer, tomamos ciertos datos buenos, y para nuestra sorpresa no encontramos nada de hematita en la roca. De hecho, el único mineral que Moessbauer detectó fue piroxeno, que hizo que esta roca pareciera muy diferente de cualquiera que hayamos visto, en cualquier sitio de aterrizaje. Hicimos un agujero en ella con la RAT, miramos nuevamente, y vimos la misma cosa – mucho piroxeno y nada de hematita”.
“Así que, qué estaba pasando?. preguntó Squyres. “Resultó que habíamos sido engañados con la información del Mini-TES. Habíamos estado bastante alejados de la roca cuando la vimos por primera vez, y el campo de visión del Mini-TES había incluido también un pedazo de tierra particularmente rico en hematita justo detrás de la roca. Una vez que conseguimos acercarnos lo suficiente para ver mejor la roca con el Mini-TES, la información confirmó la ausencia de hematita, confirmó el piroxeno, y también mostró algo de plagioclasa, otro mineral, en la roca. Así se fue formando la trama.

“Entonces vino la parte más interesante de todo, la información del APXS”. Squyres se refirió al espectrómetro alfa protón, un instrumento para determinar la composición química. “El APXS mide la química elemental, y lo que encontramos fue que, químicamente, la roca Bounce es casi una pista muerta para una roca llamada EETA 79001-B. Extraño nombre para una roca; 79001 es en realidad una roca de Marte que fue encontrada en Antártica en 1979. Fue desprendida de Marte hace mucho, orbitó el sol por un tiempo, y eventualmente chocó contra la Tierra en la Antártica, donde fue encontrada muchos años después por una expedición enviada allí para recoger meteoritos. Hay más de una docena de rocas de ese tipo en la Tierra que se cree que son de Marte. Pero hasta la Roca Bounce, nadie había encontrado nunca una roca que fuera realmente de Marte y que comparara la química de una de esas rocas. Ahora la tenemos.”
“No estamos absolutamente seguros de dónde vino la Roca Bounce en Marte, pero sospechamos que pudo ser que haya sido lanzada por un cráter de gran impacto que se encuentra aproximadamente 50 kilómetros al suroeste de nuestro sitio de aterrizaje”, concluyó Squyres. “Así que no es un meteorito, pero probablemente cayó desde el cielo. Y resultó ser una parada muy interesante en nuestro camino a través del Meridiani Planum”.
El equipo del rover tiene dos colinas en el horizonte, cada una acercándose todos los días, mientras el Spirit conduce hacia Columbia Hills y los motores del Opportunity hacia el Cráter Endurance con un pico levemente levantado que se mantiene afuera como la cosa más cercana a una colina en la llana planicie.
El Magnético Marte dibuja Colinas cercanas

En su camino a Columbia Hills, el Spirit obtuvo nuevas vistas microscópicas de su imán de captura en el sol 92 (Abril 6, 2004). El Spirit y el Opportunity están equipados ambos con un número de imanes. El imán de captura, como se ve a la derecha, tiene una carga más fuerte que su compañero, el imán de filtro. El imán de filtro de baja potencia captura solamente el polvo en el aire con cargas más fuertes, mientras que el magneto de captura recoge todo el polvo magnético en el aire.
• Album y presentación de imágenes del Spirit.
El propósito primario de los imanes es recoger el polvo magnético marciano de modo que los científicos puedan analizarlo con los espectrómetros Moessbauer de los rovers. Mientras haya un montón de polvo en la superficie de Marte, es difícil confirmar de donde vino, y hasta cuando duró en el aire. Los científicos están interesados en aprender acerca de las propiedades del polvo en la atmósfera, es por esto que idearon este experimento de coleccionar polvo.

El imán de captura es aproximadamente 4.5 centímetros (1.8 pulgadas) de diámetro y está fabricado con un cilindro central y tres anillos, cada uno con orientaciones y magnetizaciones alternadas. Los científicos han estado supervisando la continua acumulación de polvo desde el comienzo de la misión con cámara panorámica y con imágenes microscópicas. Tuvieron que esperar hasta que se acumulara bastante polvo antes de que pudieran obtener un análisis del espectrómetro Moessbauer. Los resultados de esos análisis, realizados en el sol 92, todavía no han sido regresados a la Tierra.
Historia de la Ladera
La imagen mosaico creada por la cámara panorámica del rover de exploración de Marte Opportunity, proporciona una descripción de la dirección del paso del rover hacia el “Cráter Endurance”, que está en la esquina superior derecha de la imagen.
Los llanos aparentar ser de tipo parejo todo el camino desde la actual posición del rover hasta el Cráter Endurance. Gránulos de varios tamaños cubren los llanos. Gránulos esféricos imaginativamente llamados arándanos están presentes –algunos intactos y algunos quebrados. Gránulos más grandes pavimentan la superficie, mientras que granos más pequeños, incluyendo los arándanos quebrados, forman pequeñas dunas. Distribuidos al azar guijarros de 1 centímetro (.04 pulgadas) (como se ve justo a la izquierda del centro al primer plano de la imagen) componen una tercera parte de las características en las planicies. Falta determinar la composición de los guijarros. Los científicos planean examinar éstos en los soles que vienen.
• Galería y presentación de las imágenes del Opportunity
La investigación de esta parte de Marte por el orbitador Surveyor Mars Global de la NASA reveló la presencia de hematita, que condujo a la NASA a elegir el Meridiani Planum como el sitio de aterrizaje del Opportunity. La ciencia del rover conducida en las llanuras del Meridiani Planum sirve para integrar lo que los rovers están viendo en el suelo con los datos orbitales que han sido mostados. El Opportunity hará una parada en un pequeño cráter llamado “Fram” (véase arriba a la izquierda, con rocas cercanas relativamente grandes) antes de dirigirse al borde del Cráter Endurance.
Fuente: Astrobiology Magazine
Traducido por: María Luisa Hernández Castro
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