martes, 5 de octubre de 2004

¿Somos los residentes más jóvenes en la Galaxia?

Septiembre 30, 2004

por Seth Shostak

No lo sabemos, pero puede haber miles, y posiblemente millones, de planetas como la Tierra salpicando las latitudes oscuras de la Vía Láctea. Nuestra Galaxia pudiera estar poblada con mundos que no solo alberguen vida, sino también inteligencia. En este supuesto club de inteligentes, ¿es posible que seamos los recién llegados?

Esta pregunta puede ser contestada trivialmente.

Aunque el Homo Sapiens ha estado recorriendo el planeta durante algunos cientos de miles de años, nuestra capacidad técnica para construir cohetes y radios es de solo un siglo. Cualquiera que haya aprobado ciencia de séptimo grado sabe que eso no es mucho tiempo comparado con la edad de la Tierra.

Probablemente, de niño, a usted le motivaron para hacer una tira de papel con un gráfico de la historia de nuestro planeta desde su formación hace 4,600 millones de años, hasta la aparición de las bacterias, trilobites, dinosaurios y humanos. Si el gráfico recorrió las paredes desde la parte de atrás del salón de clases hasta el pizarrón del frente, la representación del tiempo desde el invento del radio fue de solo una centésima del ancho de un cabello.

Si la cinta comenzó con la formación de la Galaxia, hace 13 mil millones de años, la era de la capacidad tecnológica sería aún más delgada.

Así que seguramente estamos entre los recientes miembros en la fraternidad, si es que la membresía del club exige tecnología de radio o algo superior. Eso significa que si captamos una señal de extraterrestres, se puede confiar satisfactoriamente en que esos emisores están más allá de nuestro propio nivel.

Pero hay otras cuestiones de relevancia: ¿cuántos miembros del club existen y cuánto más avanzados serían?

Si queremos calcular cuántos mundos contemporáneos tienen habitantes técnicamente sofisticados, podemos comenzar con la Ecuación de Drake. Esta fórmula legendaria calcula el número de sociedades galácticas de alta tecnología como el producto del índice en el que surgen multiplicado por su promedio de vida. Esto es como calcular cuántos estudiantes hay en el campus de la universidad local al multiplicar el número de nuevas admisiones por la duración promedio de la permanencia en la universidad (de casi cuatro años).

No sabemos mucho acerca del promedio de vida de las sociedades tecnológicas, fuera del hecho de que hasta ahora, la nuestra se las ha ingeniado para sobrevivir durante un siglo. Tampoco sabemos con que frecuencia brotan en la Galaxia las sociedades inteligentes. Pero sabemos que este índice está sin duda ligado a la frecuencia con la que nacen las estrellas. Evidentemente, un mayor flujo de estrellas nuevas producirá a fin de cuentas un mayor número de planetas con seres pensantes.

¿Cuál es la frecuencia de formación de estrellas? Bien, existen aproximadamente 200 mil millones de estrellas en la Vía Láctea, y eso significa que el índice promedio en los últimos 13 mil millones de años ha sido de 15 estrellas nuevas por año. No obstante, este índice promedio es un poco engañoso. Cualquiera que haya usado un radiotelescopio para estudiar galaxias sabe que cuando se examina una gran espiral como la Vía Láctea, se descubre que la cantidad total de gas interestelar es típicamente un mínimo porcentaje de la masa de todas las estrellas. Puesto que el gas interestelar es la materia con que están construidas las estrellas, es obvio que hay poco material hoy día para construir nuevas.

Cierto, las estrellas explotan al morir, devolviendo al espacio algo de su contenido. Incluso el Sol exhalará algo de vapor al dirigirse al cementerio estelar. Pero la gran mayoría de lo que hay dentro del Sol permanecerá allí para siempre, atrapada por la gravedad. Los ingredientes para las nuevas estrellas son escasos, y la mayoría de las estrellas que haría nuestra Galaxia.... ya se han hecho.

Mary Barsony, científica de investigación en el Instituto de Ciencia Espacial, comenta que “en estos días, el índice de nacimiento estelar en la Vía Láctea es de solo una masa solar por año. La Galaxia ya no es tan fértil como alguna vez lo fue. Aunque parece que hubo un verdadero despliegue de formación estelar hace más de 10 mil millones de años. Fue en esos primeros años cuando prosperó la población estelar”.

En otras palabras, nuestro Sol es de los que se desarrollaron después.

Evidentemente, esto debe afectar la lista de nuestro club de seres inteligentes. Pero, ¿cómo? Hay dos posibilidades obvias. Una es que la inteligencia es un atributo tan conveniente que las sociedades tecnológicas duran muchísimo tiempo – miles de millones de años. Los trilobites duraron 500 millones de años y ni siquiera eran inteligentes (por cualquier estándar razonable). Así que tal vez el club de seres pensantes es el hogar para sociedades realmente antiguas, y seamos como preescolares rodeados de estudiantes graduados.

La otra posibilidad es que no, la tecnología no sobrevive por intervalos de tiempo tan largos. Y a pesar de que la Galaxia pudo haber creado grandes civilizaciones en el pasado profundo y distante, la mayoría de ellas no existen. En este panorama, los otros miembros del club no son tan antiguos, pero son escasos.

Solo cuando hayamos decodificado una señal exterior tendremos claro si alguna y cual de estas posibilidades es cierta. Pero el hecho con el que comenzamos nuestra discusión permanece simplemente así: un hecho incuestionable. Somos los recién llegados a la escena tecnológica. Nuestras vanaglorias y preocupaciones en el escenario galáctico apenas han comenzado.

Fuente: Instituto SETI

Traductor: María Luisa Hernández Castro

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