viernes, 30 de abril de 2004

OVNIS, Secuestros y Antiguos Astronautas

Resumen: Abril 28, 2004.- Ben Bova escribe en su nuevo libro, “Ecos Débiles, Estrellas Distantes” acerca de la ciencia y la política de encontrar vida más allá de la Tierra.





Extraído del libro: “Ecos Débiles, Estrellas Distantes: La Ciencia y la Política de encontrar vida más allá de la Tierra”. Escrito por Ben Bova, © 2004. Algunas partes han sido editadas para el contexto. Vea Entrevista con Ben Bova (versión en español)

Creo que la vida existe más allá de la Tierra. Creo que la vida inteligente debe existir en alguna parte del vasto universo de estrellas y galaxias. Reconozco que hasta ahora, no hay evidencia que apoye estas creencias mías.




Ben Bova. Imagen: benbova.net



Precisamente porque soy un “creyente”, en este sentido, sigo siendo cautelosamente escéptico sobre afirmaciones de OVNIS, secuestros por seres de otros planetas y de astronautas antiguos. Es muy fácil caer en historias sin fundamento que nos dicen lo que queremos creer. Desearía ver una mínima parte de evidencia sólida y palpable; tal vez tanto como una persona lo haría en los tribunales de tránsito para probar que no estaba estacionada ilegalmente cuando le levantaron una infracción.



Digitales pinturas rupestres han sido parte de las señales enviadas al espacio profundo como indicadores de la percepción y representación humana. Imagen: Instituto SETI/Arecibo


Puedo relatar tres incidentes experiencia propia que han moldeado mi actitud acerca de los OVNIS: mi propio avistamiento OVNI, un análisis de laboratorio de una muestra de metal supuestamente tomada de un OVNI, y un encuentro con el temible Erich Von Daniken, autor de “Las carrozas de los Dioses” y libros similares.

Mi avistamiento OVNI. Estaba tomando un almuerzo con mi familia en el restaurante ubicado en lo alto de Prudential Tower en Boston. Era una clara y brillante mañana de domingo, y desde nuestro asiento al lado de la ventana podíamos toda la salida hacia las colinas de New Hampshire. De pronto, noté a lo lejos en el distante horizonte, una pequeña aeronave roja volando hacia atrás y adelante a velocidades imposibles, haciendo maniobras que ningún aeroplano humano podría hacer. ¡Un OVNI! Pensé.

Afortunadamente, había una plataforma de observación a un piso abajo del restaurante. Bajé corriendo y enfoqué uno de los telescopios sobre el OVNI. Resultó ser un cometa de un niño. Sin manera de juzgar su distancia real, mi mente asumió al principio que eso estaba en el horizonte. A esa distancia, sus trucos y velocidades eran fenomenales. A unas cuadras de distancia, eran absolutamente normales.



En un universo rebosante de estrellas, es difícil imaginar que no existe vida en alguna otra parte.



Un análisis de laboratorio. Cuando fui el editor de la revista Omni, trabajamos duro para seguirle la huella a las historias de OVNIs. De alguna manera siempre se desvanecen en el aire. Un día vino un caballero a mi oficina portando una astilla de metal que, afirma, había sido raspado del casco de un platillo volador. “No se asemeja a ningún metal sobre la Tierra”, continuaba repitiendo.

Eso nos impactó a mí y al resto del personal de la editorial ya que puede ser que sea bastante difícil rasguñar una astilla de tal metal. Sugerimos llevarlo a un acreditado laboratorio metalúrgico para su análisis. El visitante estaba muy renuente de hacerlo. Por último, después de varias horas, lo persuadimos para ir a Boston en compañía de uno de nuestros editores y tener la muestra analizada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Massachusetts Institute of Technology). Accedió solo después que prometimos pagar todos los gastos del viaje.



El conjunto de radio telescopios Very Large (VLA) es utilizado por SETI para escuchar señales de radio producidas artificialmente desde el exterior de nuestro sistema solar.



El MIT informó que el metal era aluminio común, la materia de los sartenes y ollas de cocina. Pudo haber venido del caso de un platillo volador; el aluminio es un buen metal estructural para vehículos voladores. Pero ciertamente no era “distinto de cualquier metal en la Tierra”.

Erich Von Daniken. Fui invitado a aparecer en un panel de discusión televisado con Von Daniken en Toronto. Habló acerca de ciertos pasajes en el Viejo Testamento que demostraban que Moisés pudo haber utilizado un arma de láser contra los enemigos de los Israelitas. ¿Y dónde podría conseguir un láser en aquellos tiempos antiguos, a no ser de visitantes de otros planetas? Observando su presentación, comencé a entender la técnica de verdades a medias que él usaba. Cuando llegó mi turno para hablar, dije que usando la misma técnica utilizada por Von Daniken, podría demostrar que Manhattan fue construida por antiguos astronautas.

El presentador del programa estaba intrigado y me pidió que prosiguiera.

Hay un montón de evidencia de que la misteriosa Manhattan fue construida por astronautas antiguos. Por ejemplo: hay un parque en el centro de la isla que es perfectamente rectangular, pero no puedes ver su forma rectangular desde el suelo. Debes estar en lo alto en el aire, incluso tal vez en órbita, para ver la verdadera forma de Central Park. Además, también, las principales carreteras de Manhattan corren norte a sur, en la misma alineación que el campo magnético de la Tierra.

¿Cómo es que llama la gente a los edificios más altos en Manhattan? Rascacielos. ¿Hacia dónde apuntan estas torres? Hacia las estrellas. Por otra parte, hay una gigante estatua de cobre en la bahía de Manhattan que posiblemente ningún humano podría construir (Un equipo de humanos podría hacerlo y así fue, pero ningún individuo podría levantar la Estatua de la Libertad por sí mismo).

El anfitrión del programa y otros panelistas rieron a carcajadas. Von Daniken se retiró y regresó a su nativa Suiza.



El primer libro popular de ciencia dedicado a la cuestión de vida extraterrestre fue escrito en 1686. En el prefacio a sus Conversaciones sobre la Pluralidad de los Mundos, el poeta y filósofo francés Bernard le Bovier de Fontenelle escribió: “He intentado tratar a la Filosofía en un buen modo no filosófico; He procurado traerla al punto donde sea ni demasiado seca para hombres y mujeres en el mundo ni demasiado alegre para los intelectuales”. Imagen: David Grinspoon, Planetas Solitarios



El escepticismo es una valiosa cualidad, aunque puede ser llevado muy lejos.

Thomas Jefferson no creía que los meteoritos fueran cuerpos de roca y metal que cayeron a la Tierra desde el espacio exterior. Cuando le informaron que dos profesores en Yale habían informado eso, él dijo, “Preferiría creer que dos profesores Yanquis pudieran mentir a creer que caen piedras desde el cielo”.

La esencia de la ciencia es medir y probar. Las ideas deben ser probadas antes de sean aceptadas como válidas. De hecho, este concepto de comprobación es central en el entendimiento científico. Cada idea, cada medición, debe ser probada para ver si persiste bajo una investigación.

Isaac Asimov dijo una vez que no tenía disputa con los reportes de OVNIs. “Son los OVNIS lo que me incomoda”, añadió. Si, hay objetos no identificados vistos en el cielo. Pero la conclusión de que esos objetos no identificados son visitantes extraterrestres no está sustentada por ninguna evidencia sólida, incluso después de más de medio siglo.

Déle vuelta al cuestionamiento. Mire el fenómeno OVNI desde el punto de vista de los supuestos visitantes de otros planetas. Si usted hubiera viajado a través de muchos años luz en el espacio y hubiera encontrado un planeta portando vida inteligente ¿confinaría sus actividades a acrobáticos vuelos en la oscuridad de la noche y secuestraría individuos al azar para oscuras investigaciones médicas? Es más probable que usted anunciaría su presencia de una forma inequívoca o se mantendría oculto a la detección humana mientras estudiaba la Tierra y a sus habitantes sin interferir con el objeto de su estudio.

Puede haber millares de civilizaciones extraterrestres altamente avanzadas. De hecho, sus representantes pueden estarse abarrotando en nuestro planeta. Simplemente no tenemos evidencia creíble de eso.

Durante la Guerra Civil Americana, cuando los informes de los campos de batalla a menudo no eran confiables, muchos periódicos usaban un encabezado que advertía a sus lectores que la historia que estaban a punto de leer pudiera no correcta. Este encabezado era: “Buenas noticias, si es que son ciertas”.

Así es como me siento con los reportes OVNI. Sería maravilloso saber que estamos siendo visitados por seres inteligentes provenientes de otros planetas. Pero dudo que sea cierto.

Fuente: Astrobiology Magazine

Traducido por: María Luisa Hernández Castro

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lunes, 26 de abril de 2004

La Batalla de la Roca Bounce

Resumen: Abril 18, 2004.- Cuando el rover Opportunity rebotó en el único objeto de tamaño decente a la vista, los científicos debatieron acerca de si habían aterrizado en una roca o en un meteorito. También tuvieron que considerar si su propio hardware punteaba el paisaje. La batalla en la roca Bounce sin embargo tenía mucho más que decir cuando se conociera la química del objeto.





Dr. Steve Squyres, Investigador Principal, Universidad Cornell, describe el sitio de aterrizaje en Meridiani y los planes para la exploración del plano llano y basáltico. Imagen: NASA-TV


Steve Squyres, el investigador principal del Mars Exploration Rover, escribió en su diario de ciencia el 16 de Abril: “Bien, la Batalla de la Roca Bounce ha terminado”.

Squyres se refería no solo a la extraña roca que descansa solitaria en la plana llanura Meridiani, sino también qué batallas tuvieron que incluso ser emprendidas para considerarla como una roca.


La Roca Bounce con finos polvos alrededor del molido agujero exterior perforado por la herramienta de abrasión de roca revelando superficies interiores más ligeras. Imagen: NASA/JPL/Cornell



“Al principio, no todos en el equipo estaban realmente convencidos de que era una roca”, menciona Squyres. “Había cierta especulación de que pudiera ser que realmente haya sido una de las cubiertas de la bolsa de aire, sacudida durante el aterrizaje por un choque particularmente fuerte. Antes de que la obtuviéramos intentábamos un pequeño juego de adivinanza, con los votos parejos entre “roca marciana” y “equipo de vuelo”, junto con algunas almas valientes quienes pensaron que pudiera ser un meteorito”. El equipo de vuelo ha presentado un número de imágenes fantásticas en el aterrizaje, desde objetos parecidos a hilos de bolsa de aire y paracaídas hasta diminutos pedacitos de papel.

“Solo había un objeto allá afuera del cráter Eagle que se veía remotamente igual a una roca de buen tamaño. La bautizamos “Roca Bounce” porque podíamos ver que las bolsas de aire habían rebotado justo arriba de ella mientras se efectuaba el aterrizaje”, escribió Squyres. “¡Pareciera que si había solo una roca en millas a la redonda, encontramos una manera de golpearla!”

“Fue divertido, y de seguro fue interesante, pero fue un poco de esfuerzo”, describió Squyres. “Había un muy agradable espectro Mini-TES que nos tenía avanzando por un rato y que parecía mostrar mucha hematita en la roca. Sabíamos que había hematita en el suelo de Meridiani, pero esta fue la primera vez que hemos conseguido una señal de hematita de una roca… así que parecía muy interesante. Rodamos hasta ella, sacamos el Espectrómetro Moessbauer, tomamos ciertos datos buenos, y para nuestra sorpresa no encontramos nada de hematita en la roca. De hecho, el único mineral que Moessbauer detectó fue piroxeno, que hizo que esta roca pareciera muy diferente de cualquiera que hayamos visto, en cualquier sitio de aterrizaje. Hicimos un agujero en ella con la RAT, miramos nuevamente, y vimos la misma cosa – mucho piroxeno y nada de hematita”.

“Así que, qué estaba pasando?. preguntó Squyres. “Resultó que habíamos sido engañados con la información del Mini-TES. Habíamos estado bastante alejados de la roca cuando la vimos por primera vez, y el campo de visión del Mini-TES había incluido también un pedazo de tierra particularmente rico en hematita justo detrás de la roca. Una vez que conseguimos acercarnos lo suficiente para ver mejor la roca con el Mini-TES, la información confirmó la ausencia de hematita, confirmó el piroxeno, y también mostró algo de plagioclasa, otro mineral, en la roca. Así se fue formando la trama.


Esquemática de los principales eventos de la misión durante la entrada, descenso y aterrizaje. Imagen: NASA/JPL/ Universidad Cornell/ Dan Maas


“Entonces vino la parte más interesante de todo, la información del APXS”. Squyres se refirió al espectrómetro alfa protón, un instrumento para determinar la composición química. “El APXS mide la química elemental, y lo que encontramos fue que, químicamente, la roca Bounce es casi una pista muerta para una roca llamada EETA 79001-B. Extraño nombre para una roca; 79001 es en realidad una roca de Marte que fue encontrada en Antártica en 1979. Fue desprendida de Marte hace mucho, orbitó el sol por un tiempo, y eventualmente chocó contra la Tierra en la Antártica, donde fue encontrada muchos años después por una expedición enviada allí para recoger meteoritos. Hay más de una docena de rocas de ese tipo en la Tierra que se cree que son de Marte. Pero hasta la Roca Bounce, nadie había encontrado nunca una roca que fuera realmente de Marte y que comparara la química de una de esas rocas. Ahora la tenemos.”

“No estamos absolutamente seguros de dónde vino la Roca Bounce en Marte, pero sospechamos que pudo ser que haya sido lanzada por un cráter de gran impacto que se encuentra aproximadamente 50 kilómetros al suroeste de nuestro sitio de aterrizaje”, concluyó Squyres. “Así que no es un meteorito, pero probablemente cayó desde el cielo. Y resultó ser una parada muy interesante en nuestro camino a través del Meridiani Planum”.

El equipo del rover tiene dos colinas en el horizonte, cada una acercándose todos los días, mientras el Spirit conduce hacia Columbia Hills y los motores del Opportunity hacia el Cráter Endurance con un pico levemente levantado que se mantiene afuera como la cosa más cercana a una colina en la llana planicie.

El Magnético Marte dibuja Colinas cercanas


Magnetos a bordo de los rovers gemelos capturan polvo magnético para análisis microscópicos. Imagen: NASA/JPL

En su camino a Columbia Hills, el Spirit obtuvo nuevas vistas microscópicas de su imán de captura en el sol 92 (Abril 6, 2004). El Spirit y el Opportunity están equipados ambos con un número de imanes. El imán de captura, como se ve a la derecha, tiene una carga más fuerte que su compañero, el imán de filtro. El imán de filtro de baja potencia captura solamente el polvo en el aire con cargas más fuertes, mientras que el magneto de captura recoge todo el polvo magnético en el aire.

Album y presentación de imágenes del Spirit.

El propósito primario de los imanes es recoger el polvo magnético marciano de modo que los científicos puedan analizarlo con los espectrómetros Moessbauer de los rovers. Mientras haya un montón de polvo en la superficie de Marte, es difícil confirmar de donde vino, y hasta cuando duró en el aire. Los científicos están interesados en aprender acerca de las propiedades del polvo en la atmósfera, es por esto que idearon este experimento de coleccionar polvo.


Columbia Hills surge con creciente detalle en el sitio del rover Spirit el Cráter Gusev. Imagen: NASA/JPL

El imán de captura es aproximadamente 4.5 centímetros (1.8 pulgadas) de diámetro y está fabricado con un cilindro central y tres anillos, cada uno con orientaciones y magnetizaciones alternadas. Los científicos han estado supervisando la continua acumulación de polvo desde el comienzo de la misión con cámara panorámica y con imágenes microscópicas. Tuvieron que esperar hasta que se acumulara bastante polvo antes de que pudieran obtener un análisis del espectrómetro Moessbauer. Los resultados de esos análisis, realizados en el sol 92, todavía no han sido regresados a la Tierra.

Historia de la Ladera

La imagen mosaico creada por la cámara panorámica del rover de exploración de Marte Opportunity, proporciona una descripción de la dirección del paso del rover hacia el “Cráter Endurance”, que está en la esquina superior derecha de la imagen.

Los llanos aparentar ser de tipo parejo todo el camino desde la actual posición del rover hasta el Cráter Endurance. Gránulos de varios tamaños cubren los llanos. Gránulos esféricos imaginativamente llamados arándanos están presentes –algunos intactos y algunos quebrados. Gránulos más grandes pavimentan la superficie, mientras que granos más pequeños, incluyendo los arándanos quebrados, forman pequeñas dunas. Distribuidos al azar guijarros de 1 centímetro (.04 pulgadas) (como se ve justo a la izquierda del centro al primer plano de la imagen) componen una tercera parte de las características en las planicies. Falta determinar la composición de los guijarros. Los científicos planean examinar éstos en los soles que vienen.

Galería y presentación de las imágenes del Opportunity

La investigación de esta parte de Marte por el orbitador Surveyor Mars Global de la NASA reveló la presencia de hematita, que condujo a la NASA a elegir el Meridiani Planum como el sitio de aterrizaje del Opportunity. La ciencia del rover conducida en las llanuras del Meridiani Planum sirve para integrar lo que los rovers están viendo en el suelo con los datos orbitales que han sido mostados. El Opportunity hará una parada en un pequeño cráter llamado “Fram” (véase arriba a la izquierda, con rocas cercanas relativamente grandes) antes de dirigirse al borde del Cráter Endurance.

Fuente: Astrobiology Magazine

Traducido por: María Luisa Hernández Castro

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domingo, 25 de abril de 2004

Diario de Arecibo: Día de Acción de Gracias 2003 en Arecibo

Noviembre 26, 2003


por Peter Backus – Administrador de los Programas de Observación

El Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos es una época para la reflexión, para reunirse con la familia y los amigos, disfrutar un banquete, y dar gracias por las cosas buenas en la vida. Cuando trabajas bastante tiempo en estrecha colaboración con la gente, llega a ser como una segunda familia. Esto es especialmente cierto si trabajas largas horas fuera de tu verdadero hogar y familia.

Desde 1998, nuestro pequeño equipo del Proyecto Phoenix ha dividido su tiempo entre Mountain View donde hemos estado desarrollando un nuevo sistema de búsqueda, y Arecibo, Puerto Rico, donde dirigimos observaciones dos veces al año. Por lo tanto, el Proyecto Phoenix nos separa del hogar dos meses al año. Las largas horas de trabajo pesado, tanto aquí en el Observatorio como en California, han creado un nivel de camaradería y familiaridad en el equipo. Cada persona aporta algo a la “familia SETI”.

Jill Tarter, nuestra distinguida jefa científica, hace las pequeñas cosas que añaden un toque de calidez a nuestro hogar fuera de casa. Jill decora con frecuencia la sala de control con temas de temporada. En un Halloween, encontramos nuestros monitores adornados con calabazas de plástico anaranjadas y moradas, rellenas de dulces. Otro año, el gran remolque de 12 metros que contenía nuestras computadoras de búsqueda fue misteriosamente adornado con brillantes y centellantes luces navideñas. Jill también proporciona el delicioso café y té Peet´s que nos recuerdan a nuestros hogares en el Área de la Bahía al norte de California mientras nos ayudan a seguir durante las largas noches de observación.

Todos nosotros esperamos la tradicional cena de espagueti que Jane Jordan, Ingeniero de Software, cocina para el equipo unas noches antes de comenzar las observaciones. Ella es también la principal organizadora de algunas de nuestras excursiones en los días libres.

La comida adquiere importancia adicional en el campo. Durante las observaciones, al final de cada primer turno, John Ross prepara rosetas de maíz Jiffy Pop en la estufa cercana al cuarto de control, (¡no hacemos rosetas de maíz en microondas en un radio telescopio!) y las comparte con todos los presentes, incluyendo al operador del telescopio. A las 10 en punto, una reacción Pavlovian llega con pensamientos de tibios y mullidos granos de rosetas de maíz que me hacen agua la boca.

Este año todos estaremos lejos de nuestras familias en el continente, pero somos afortunados de tener lo mejor que sigue. Mike Davis director de los Proyectos SETI, y su graciosa esposa Jean vivieron en Puerto Rico por 26 años mientras Mike estaba en el personal del observatorio. Durante ese tiempo recibieron a muchos de nosotros en las cenas maravillosas en su hogar o en los picnics en la playa. Ahora son oficialmente parte de la familia del Instituto, y este año nos traen una completa celebración de Día de Gracias en el observatorio, incluyendo la comida entera, algunos niños y nietos, también. Será verdaderamente una reunión familiar.

Así, a nombre del Instituto SETI, quiero desearles a todos un Feliz Día de Gracias, de nuestra familia a las suyas.

Fuente: Instituto SETI

Traducción: María Luisa Hernández Castro

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miércoles, 21 de abril de 2004

¿Cuántas Tierras?

Resumen: Abril 01, 2004.- Alrededor de la mitad de los cientos de sistemas solares con planetas conocidos pueden potencialmente contener Tierras. Suponiendo que tales estrellas y planetas externos pudieron expulsar un mundo parecido a la Tierra, los resultados sugieren también otra posibilidad, una luna habitable alrededor de un mucho mayor mundo como Júpiter.



Adaptado del informe de la Real Sociedad Astronómica

Más de 100 sistemas planetarios ya han sido descubiertos alrededor de estrellas distantes. Desafortunadamente, las limitaciones de la tecnología actual denotan que solo planetas gigantes (como Júpiter) han sido detectados hasta ahora, y los más pequeños, planetas rocosos similares a la Tierra permanecen fuera de vista.


La ilustración de este artista muestra un sensacional acercamiento del calcinado planeta extrasolar HD209458b en su órbita a solo unos 6.4 millones de kilómetros de su estrella amarilla, como el sol. El planeta es un tipo de planeta extrasolar conocido como un “Júpiter caliente”.
Imagen: Esa, Alfred Vidal-Madjar (Institut d’Astrophysique de Paris, CNRS, France) y NASA.


¿Cuántos de los sistemas exoplanetarios conocidos pueden contener planetas habitables del tipo de la Tierra? Quizás la mitad de ellos, de acuerdo con un equipo de la Universidad Abierta, encabezado por el Profesor Barrie Jones, quien estará describiendo hoy sus resultados en el Encuentro Nacional de Astronomía RAS en Milton Keyness.


Usando modelos por computadora de los sistemas exoplanetarios conocidos, el grupo ha podido calcular la probabilidad de existencia de algunas “Tierras” en la así llamada zona habitable – el rango de distancias desde cada estrella central donde la vida conocida podría sobrevivir. Popularmente conocida como la zona “Ricitos de Oro”, esta región sería ni demasiado caliente para el agua líquida, ni demasiado fría.

Lanzando “Tierras” (con masas entre 0.1 y 10 veces la de nuestra Tierra) en una variedad de órbitas en la zona habitable y siguiendo sus progresos con modelos por computadora, los planetas pequeños se han hallado sufriendo una variedad de fatalidades. En algunos sistemas la proximidad de uno o más planetas como Júpiter origina la eyección gravitacional de la “Tierra” desde cualquier parte en la zona habitable. Sin embargo, en otros casos hay refugios seguros en partes de la zona habitable, y en el resto la zona entera es un refugio seguro.

Nueve de los sistemas exoplanetarios conocidos han sido investigados en detalle usando esta técnica, permitiendo al equipo deducir las reglas básicas que determinen la habitabilidad de los 90 o más sistemas restantes.

El análisis demuestra que alrededor de la mitad de los sistemas exoplanetarios conocidos podrían tener una “Tierra” la cual esté orbitando actualmente por lo menos en la parte de la zona habitable, y la cual ha estado en esa zona por al menos mil millones de años. Este periodo de tiempo ha sido seleccionado dado que se piensa sea el mínimo requerido para que la vida se origine y establezca.

Más aún, los modelos muestran que la vida podría evolucionar al mismo tiempo en alrededor de dos tercios de los sistemas, puesto que la zona habitable se mueve hacia fuera mientras que la estrella central envejece y se vuelve más activa.

Lunas Habitables

Un aspecto diferente de este problema está siendo analizado por el estudiante de doctorado David Underwood, quien está investigando la posibilidad de que lunas del tamaño de la Tierra orbitando planetas gigantes pudieran sustentar vida. Un cartel desplegando las posibilidades será presentado durante el Encuentro Nacional de Astronomía RAS.


La 37ª estrella más occidental en la constelación Géminis –llamada Gem-37, está cerca de ser nuestro propio gemelo solar y es en contraparte con el sol: 1.1 veces la masa de nuestro Sol, 1.03 veces su diámetro, y 1.25 veces su luminosidad. Fue seleccionada recientemente en un sondeo de estrellas probables para albergar planetas parecidos a la Tierra en futuros exámenes. Imagen: NStar


Todos los planetas descubiertos hasta hoy, son de masa similar a Júpiter, el planeta más grande de nuestro Sistema Solar. Así como Júpiter tiene cuatro lunas del tamaño de un planeta, así también los planetas gigantes alrededor de estrellas pueden tener un amplio sistema de satélites, posiblemente con lunas similares en tamaño y masa a la Tierra.

La vida como la conocemos no puede desarrollarse en un planeta gigante gaseoso. Sin embargo, podría sobrevivir en satélites del tamaño de la Tierra orbitando tal planeta si el gigante está localizado en la zona habitable.

Para determinar cuáles de los gigantes de gas localizados dentro de zonas habitables podrían poseer lunas “amigas de la vida”, los modelos por computadora buscan sistemas donde las órbitas de satélites del tamaño de la Tierra podrían estar estables y confinadas dentro de la zona habitable por al menos mil millones de años necesarios para que emerja la vida.

El método del equipo de la OU para determinar si algunas supuestas “Tierras” o satélites del tamaño de la Tierra en zonas habitables pueden ofrecer condiciones adecuadas para desarrollar la vida puede ser aplicado rápidamente a cualquier sistema planetario que sea dado a conocer recientemente. Las futuras búsquedas de “Tierras” y vida extraterrestre también deben ser auxiliadas identificando por adelantado los sistemas más probables de albergar mundos habitables.

Las predicciones hechas por las simulaciones tendrán un valor práctico en años venideros cuando los instrumentos de generaciones futuras estén habilitados para buscar sintonías atmosféricas de vida, tales como grandes cantidades de oxígeno, en las “Tierras” y en satélites del tamaño de la Tierra.


Concepción artística del sistema estelar, HD70642.
Crédito:John Rowe animation


Lo que sigue

Hay actualmente 105 sistemas planetarios conocidos aparte del nuestro, con 120 planetas parecidos a Júpiter orbitándolos. Dos de esos sistemas contienen tres planetas conocidos, 11 contienen dos y los 92 restantes tienen uno cada uno. Con excepción de uno, todos estos planetas han sido descubiertos por sus efectos en el movimiento de sus estrellas progenitoras en el cielo, haciéndolos tambalearse regularmente. La magnitud de estos tambaleos se puede determinar por la información en la luz recibida de las estrellas. El planeta restante fue descubierto como resultado de un leve ensombrecimiento de la luz estelar causado por su trayecto regular a través del disco de su estrella progenitora.

Es probable que descubrimientos futuros contengan una alta proporción de sistemas semejantes a nuestro Sistema Solar, donde los planetas gigantes orbiten a una distancia segura fuera de la zona habitable. Por lo tanto, probablemente crezca la proporción de sistemas que podrían tener “Tierras” habitables. A mediados de la próxima década, los telescopios espaciales deben ser capaces de ver algunas “Tierras” e investigarlas para observar si son habitables, y, por supuesto, si actualmente sustentan vida.

La proyectada misión Kepler de la NASA supervisará millares de estrellas en un periodo de cuatro años, buscando planetas en tránsito. Kepler será lo suficiente sensible para detectar mundos tamaño “Tierra”, si existe alguno, alrededor de varios cientos de estrellas cercanas. Estos estudios conducirán entonces a la ambiciosa misión Descubridor de Planetas Terrestres (Terrestrial Planet Finder) (2012-2015), la cual examinará planetas extrasolares buscando señales de vida.

En diciembre del 2001, la NASA seleccionó la Misión Kepler, un proyecto basado en NASA Ames, como una de las próximas misiones Discovery de la NASA. La misión Kepler, programada para lanzarse en el 2006, usará un telescopio armado en el espacio para buscar planetas parecidos a la Tierra alrededor de estrellas más allá de nuestro sistema solar. Un criterio clave para tan convenientes planetas sería si residen en zonas habitables, o regiones a veces protegidas por gigantes de gas pero con climas templados y agua líquida.

Un cálculo de la NASA expresa que Kepler debe descubrir 50 planetas terrestres si la mayoría de los encontrados son del tamaño de la Tierra, 185 planetas si la mayoría son 30 por ciento más grandes que la tierra, y 640 si la mayoría son 2.2 veces el tamaño de la Tierra. Además, se espera que Kepler encuentre casi 900 planetas gigantes cerca de sus estrellas y alrededor de 30 gigantes orbitando a su estrella progenitora a una distancia semejante a la de Júpiter.


Fuente: Astrobiology Magazine

Traducido por: María Luisa Hernández Castro

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Comparando Marte con Meteoritos

Resumen: Abril 16, 2004.- Los miembros del equipo de la misión Marte han informado que un sorprendente parecido ha sido encontrado entre los meteoritos hallados en la Antártica y una roca bautizada como “Bounce” que se analiza actualmente en la superficie. “Bounce” se sitúa al lado contrario del Meridiano Planum donde no hay rocas. Obtuvo su nombre porque el rover parece haber golpeado milagrosamente la roca mientras rebotaba en un ángulo hacia el Cráter Eagle.





por Leslie Mullen





Opportunity rebotó en esta roca nombrada “Bouce”, la única roca a la vista, y aterrizó abruptamente en el Cráter Eagle. La herramienta de abrasión de rocas ha dejado marcas de taladro en la roca. Imagen:NASA/JPL/Cornell MSSS



La NASA reportó el miércoles que una roca en Marte parece ser muy similar en composición a un meteorito que una vez cayó en la Tierra.

El meteorito, descubierto en la Antártica en 1979 y etiquetado como EETA79001-B, se supo que proviene de Marte debido a los gases preservados en un material cristalizado en la roca. Estos gases concuerdan con la composición atmosférica de Marte medida por la misión Vikingo.

EETA79001 fue lanzado al espacio desde Marte hace 600,000 años, después que el impacto de un asteroide lo sacudió tan fuerte como para escapar de la gravedad Marciana. El meteoro se compone realmente de dos rocas fundidas juntas, las porciones “A” y “B”. La porción “A” del meteorito no concuerda con la mineralogía de la roca analizada en Marte.

La roca de Marte que es similar a EETA79001-B es la roca “Bounce”, la roca que las bolsas de aire del rover golpearon mientras que rodaban hasta detenerse. Opportunity usó su Herramienta de Abrasión de Rocas para pulverizar la superficie de la roca Bounce, y la armadura espectral de la capa subyacente muestra una composición de 69 por ciento de piroxeno, 20 por ciento de plagioclasa y 11 por ciento de olivino.

Esta composición mineral difiere de la del Meridiano Planum donde está situada la roca, así que los científicos piensan que debe haber venido de otra parte. Y a diferencia del Meridiano Planum, la roca Bounce está completamente carente de hematita.

La roca Bounce es también distinta del basalto que domina la geología de Marte. El basalto tiene mucho más plagioclasa y menos piroxeno del que posee la roca Bounce.

“Las rocas de Gusev que están analizando con el Spirit son muy similares a los basaltos globales, pero esta roca es muy distinta”, dice Deanne Rogers de la Universidad del Estado de Arizona.

Ya que la roca Bounce descansa en la superficie, es probablemente parte de los restos que emanaron hacia fuera desde un cráter cercano. El Dr. Benton Clark de la Corporación Lookheed Martin dice que probablemente fue depositado en su posición actual mucho después de que hubiera agua en la superficie de Marte.



Grandes regiones investigadas de la Antártica donde los meteoritos han sido exitosamente identificados. En un momento dado, el tránsito de muestras interplanetarias deja aproximadamente un aterrizaje de meteorito Marciano en la Tierra cada mes. Los científicos han pensado que se llevó una seria paliza provocar estos intercambios interplanetarios. Los impactos de este tamaño y más grandes, ocurren cada 200,000 años o algo así en Marte. No obstante, la investigación ahora encuentra que los cráteres tan pequeños como 3 kilómetros (1.9 millas) de ancho en Marte habrían sido los puntos de partida para los lanzamientos de meteoritos hacia la Tierra. Imagen: JSC/NASA Programa Meteoro


“Lo que hemos pensado todo el tiempo es que el periodo acuoso en esa área es bastante antiguo, remontándose a tiempos remotos en Marte, así que esto puede ser una relevante evidencia adicional a eso”, dice Clark.

Hay algunas diferencias espectrales entre la roca Bounce y el EETA79001-B, en gran parte debido a las diferencias en el tipo y abundancia del piroxeno. Esto indica que las dos rocas no provienen del mismo acontecimiento de impacto, pero quizás tenían condiciones similares de formación o vinieron de similares regiones de origen.

Más de 22,000 meteoritos han sido recogidos en la Tierra, pero solamente 30 son de origen Marciano. El equipo de ciencia comparó la roca Bounce con el meteorito Shergotty de Marte, el cual fue encontrado en la India en 1865. Shergotty tenía algunas similitudes minerales con la roca Bounce, pero no tan cercanas como con el EETA79001-B.

Además del análisis de la roca Bounce, el equipo de ciencia divulgó que el Spirit y el Opportunity hicieron una pausa en sus esfuerzos para recibir nuevas actualizaciones en su software. El Spirit continuará ahora su recorrido a las Colinas Columbia, y a causa de que el nuevo software realza la movilidad de los rovers esto debe permitir al Spirit recorrer mucho más aún cada sol. El Opportunity ha cavado un foso en el sitio de la fractura de Anatolia, y ahora continuará su trabajo en el foso y entonces después continúa su recorrido al cráter Endurance.



Este meteorito, el EEta79001, una roca volcánica de basalto casi indistinguible de muchas rocas de la Tierra, suministra la primera prueba fuerte de que los meteoritos podrían venir de Marte. Pesando originalmente casi 8 kilogramos (17.6 libras), fue recogido en 1979 en el área Moraine Elephant de la Antártica. Imagen: NASA/JSC/JPL/Instituto Planetario Lunar






Fuente: Astrobiology Magazine

Traducido por: María Luisa Hernández Castro

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martes, 20 de abril de 2004

Termina una era: recuento del Proyecto Phoenix

Marzo 18, 2004


por Peter Backus – Administrador de los Programas de Observación

El Proyecto Phoenix ha dejado el edificio. Hay espacios vacíos en el Observatorio de Arecibo, pero no por mucho tiempo. Un nuevo grupo de computadoras está destinado para el espacio ocupado por quince Módulos de Detección Programable. Los gabinetes que almacenaron los componentes de repuesto para el sistema de búsqueda del Phoenix ya están reasignados a los grupos de Monitoreo y Electrónica RFI.

Para el personal de Arecibo, otro proyecto SETI ha concluido, y la vida en el observatorio continúa. Pero para nosotros, la vida está en transición mientras cerramos un proyecto y comenzamos otro. Mientras esperamos en California la llegada de nuestro equipo desde Puerto Rico, es buen momento para hacer un recuento del Proyecto Phoenix. No fue únicamente 'otro' proyecto SETI.

Phoenix surgió de las cenizas del Programa SETI de la NASA que fue cancelado por el Congreso de los Estados Unidos en 1993. El Instituto SETI aseguró el uso de algunos de los equipos de búsqueda desarrollados por la NASA bajo un préstamo a largo plazo y recaudó fondos privados para dirigir una búsqueda. En el año siguiente, científicos e ingenieros del Instituto duplicaron el tamaño del sistema de búsqueda. En Febrero de 1995, sólo un mes después del plan original de la NASA, el Proyecto Phoenix comenzó su búsqueda dirigida a estrellas cercanas.

El origen del Phoenix, aunque inusual, no es la razón que lo hizo distinto de otro proyecto SETI. Phoenix observó cientos de estrellas en miles de millones de canales de frecuencia, con alta sensibilidad, y se dedicó la detección y verificación de señales en tiempo real. Ninguna otra búsqueda puede compararse en ningún aspecto.

Algunas búsquedas han visto algunas estrellas cercanas en bandas de frecuencia específicas. Phoenix observó más de 700 estrellas, usando algunos de los más grandes telescopios del mundo, cubriendo todas las frecuencias disponibles entre 1200 y 3000 MHz con canales de solo 0.7 Hz de ancho.

Algunas búsquedas han usado telescopios grandes, pero éstos normalmente sólo exploran el cielo y están limitados a una sola banda de frecuencia. La mayoría del tiempo, estas búsquedas no observan estrellas en nuestra galaxia, sino que están mirando estrellas a millones de años luz de distancia. En una fracción de tiempo ellos observan estrellas en la Vía Láctea, sólo tardan de 10 a 20 segundos por estrella. Phoenix únicamente observó estrellas cercanas de nuestra galaxia y así pudo dedicar de 100 a 550 segundos por estrella por banda de frecuencia.

Casi todas las búsquedas tienen algo en común, señales sin resolver. Cuando buscas señales de comunicación desde distancias interestelares, con certeza detectarás señales de la Tierra y de sus satélites. Phoenix perfeccionó las técnicas de procesamiento y verificación iniciadas por Paul Horowitz de la Universidad de Harvard.

En un trayecto de dos fases, Phoenix recogió datos y detectó señales. Algunas señales que se encontraban fuera de la base de datos de interferencia terrestre reciente fueron sometidas a un tipo de observación única en Phoenix. Usando un segundo telescopio, la estrella sería reobservada en la frecuencia de la señal candidata ET. La rotación de la Tierra produce un cambio Doppler distinto en los dos telescopios. Esta técnica, llamada pseudointerferometría, descartaría señales que no vinieran de la dirección de la estrella. Con este proceso y otras pruebas, el Proyecto Phoenix no tiene señales sin resolver.

Después de más de nueve años tras traer un complejo sistema de material electrónico a Australia, Virginia del Oeste, Georgia, Inglaterra y Puerto Rico, el Proyecto Phoenix terminó. Observamos más de un millón de estrellas-MHz, procesamos millones de señales, pero no encontramos evidencia de otra civilización tecnológica en nuestro vecindario galáctico. Sólo queda una tarea, escribir los reportes para las revistas científicas. En el proceso de escribir esos reportes, también recopilamos las “lecciones aprendidas”, una parte importante de preparación para la siguiente búsqueda.

En los años siguientes, Phoenix será visto como el primer examen sistemático de la humanidad de las estrellas cercanas. Fue un gran avance sobre el resto de los programas SETI, pero sus superlativos no durarán. Nuevas y más potentes búsquedas se producirán en las décadas siguientes que harán que la sensibilidad, número de estrellas y cobertura de frecuencia del Phoenix luzcan pequeñas en comparación. Pero, siempre será nuestro primer gran paso a la exploración de nuestra parte de la Vía Láctea.

Fuente: Instituto SETI

Traducción: María Luisa Hernández Castro

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jueves, 15 de abril de 2004

Las Cenizas del Fénix

Resumen: Abril 04, 2004.- Lo que llegó a ser el primer intento sistemático para la búsqueda de radio comunicación inteligente de otros mundos, ha caído herido. El Proyecto Phoenix sufrirá una transición hacia métodos de búsqueda más avanzados, pero su estatus innovador ha llegado a ser parte de la historia.




por Peter Backus, Administrador de los Programas de Observación SETI, Instituto SETI

En un universo rebosante de estrellas, la búsqueda es en si la vida existe en cualquier otra parte. Imagen: NASA/STScI/ESA

El Proyecto Phoenix ha dejado el edificio. Hay espacios vacíos en el Observatorio de Arecibo, pero no por mucho tiempo. Un nuevo grupo de computadoras está destinado para el espacio ocupado por quince Módulos de Detección Programable. Los gabinetes que almacenaron los componentes de repuesto para el sistema de búsqueda del Phoenix ya están reasignados a los grupos de Monitoreo y Electrónica RFI.


Para el personal de Arecibo, otro proyecto SETI ha concluido, y la vida en el observatorio continúa. Pero para nosotros, la vida está en transición mientras cerramos un proyecto y comenzamos otro. Mientras esperamos en California la llegada de nuestro equipo desde Puerto Rico, es buen momento para hacer un recuento del Proyecto Phoenix. No fue “solo otro” proyecto SETI.



Arecibo. El disco radio telescopio más grande del mundo. Puerto Rico

Phoenix surgió de las cenizas del Programa SETI de la NASA que fue cancelado por el Congreso de los Estados Unidos en 1993. El Instituto SETI aseguró el uso de algunos de los equipos de búsqueda desarrollados por la NASA bajo un préstamo a largo plazo y recaudó fondos privados para dirigir una búsqueda. En el año siguiente, científicos e ingenieros del Instituto duplicaron el tamaño del sistema de búsqueda. En Febrero de 1995, solo un mes después del plan original de la NASA, el Proyecto Phoenix comenzó su búsqueda apuntada a estrellas cercanas.

El origen del Phoenix, aunque inusual, no es la razón que lo hizo distinto de otro proyecto SETI. Phoenix observó cientos de estrellas en miles de millones de canales de frecuencia, con alta sensibilidad, y la detección y verificación de señales en tiempo real. Ninguna otra búsqueda puede compararse en ningún aspecto.

Algunas búsquedas han visto algunas estrellas cercanas en bandas de frecuencia específicas. Phoenix observó más de 700 estrellas, usando algunos de los más grandes telescopios del mundo, cubriendo todas las frecuencias disponibles entre 1200 y 3000 MHz con canales de solo 0.7 Hz de ancho.

Algunas búsquedas han usado telescopios grandes, pero ellos típicamente exploran el cielo y están limitados a una sola banda de frecuencia. La mayoría del tiempo, estas búsquedas no observan estrellas en nuestra galaxia, sino que están mirando estrellas a millones de años luz de distancia. En una fracción de tiempo ellos observan estrellas en la Vía Láctea, solo tardan de 10 a 20 segundos por estrella. Phoenix solo observó estrellas cercanas en nuestra galaxia y así podía dedicar de 100 a 550 segundos por estrella por banda de frecuencia.

Casi todas las búsquedas tienen algo en común, señales sin resolver. Cuando buscas señales de comunicación desde distancias interestelares, con certeza detectarás señales de la Tierra y de sus satélites. Phoenix perfeccionó las técnicas de procesamiento y verificación iniciadas por Paul Horowitz de la Universidad de Harvard.

En un trayecto de dos fases, Phoenix recogió datos y detectó señales. Algunas señales por fuera de la base de datos de interferencia terrestre reciente fueron sometidas a un tipo de observación única en Phoenix. Usando un segundo telescopio, la estrella sería reobservada en la frecuencia de la señal candidata ET. La rotación de la Tierra produce un distinto y diferente cambio Doppler en los dos telescopios. Esta técnica, llamada pseudointerferometría, descartaría señales que no vinieran de la dirección de la estrella. Con este proceso y otras pruebas, el Proyecto Phoenix no tiene señales sin resolver.



La Vía Láctea. Imagen: Akira Fujii.


Después de más de nueve años de traer un complejo sistema de electrónicos a Australia, Virginia del Oeste, Georgia, Inglaterra y Puerto Rico, el Proyecto Phoenix terminó. Observamos más de un millón de estrellas-MHz, procesamos millones de señales, pero no encontramos evidencia de otra civilización tecnológica en nuestro vecindario galáctico. Solo queda una tarea, escribir los reportes para las revistas científicas. En el proceso de escribir esos reportes, también recopilamos las “lecciones aprendidas”, una parte importante de preparación para la siguiente búsqueda.

En los años siguientes, Phoenix será visto como el primer examen sistemático de la humanidad de las estrellas cercanas.

Fue un gran avance sobre el resto de los programas SETI, pero sus superlativos no durarán. Nuevas y más potentes búsquedas se producirán en las décadas siguientes que harán que la sensibilidad, número de estrellas y cobertura de frecuencia del Phoenix luzcan pequeñas en comparación.

Pero, siempre será nuestro primer gran paso a la exploración de nuestra parte de la Vía Láctea.

Fuente: Astrobiology Magazine

Traducción: María Luisa Hernández Castro

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miércoles, 14 de abril de 2004

La Búsqueda Continúa con la Serie de Telescopios Allen

Marzo 25, 2004

por el personal del Instituto SETI

Después de tres años de investigación y desarrollo, el Instituto SETI reveló un plan de construcción de tres hileras para la Serie de Telescopios Allen, la serie de radio telescopios de usos múltiples más novedosa del mundo que serán construidos y administrados en sociedad con la Universidad de Berkeley en California. La semana pasada, Thomas Pierson, primer funcionario al mando del Instituto SETI, anunció que el inversor y filántropo Paul G. Allen ha donado $13.5 millones de dólares para apoyar la construcción de la primera y segunda fase de la Serie de Telescopios Allen (el ATA-32 y el ATA-206). El ATA consistirá eventualmente de 350 platos de 6.1 metros (ATA-350), cuando la construcción se complete en la próxima década. La construcción del ATA está en curso en el Observatorio Hat Creed, 464 kms. al noreste de San Francisco en un sitio administrado por el RAL en un área que es “libre de radio”, por consiguiente, reduce el nivel de señales artificiales de interferencia. El ATA-32 está programado para comenzar a conducir investigaciones científicas a fines del 2004, significativamente antes de que la serie de 350 elementos pueda ser completada.|

Este anuncio obedece a la exitosa conclusión de una fase de tres años de investigación y desarrollo que fue financiada originalmente por una donación de $11.5 millones de dólares de la Fundación Allen. El R & D confirmó que una de las ventajas primordiales del diseño de la serie – su expansión – permite al ATA dirigir investigaciones científicas tan pronto como el primero de los 32 platos sea instalado.

El ATA será un radio telescopio de uso general que proporcionará fundamentalmente nuevas mediciones y penetraciones en la densidad de nuestro primitivo universo, la formación de las estrellas, los campos magnéticos en el medio interestelar, y muchas otras aplicaciones de profundo interés para los astrónomos. Al mismo tiempo, este radio telescopio del Siglo 21 tendrá también la capacidad para buscar posibles señales de civilizaciones tecnológicamente avanzadas en alguna parte en la galaxia.

“Estoy muy emocionado de estar patrocinando uno de los más visionarios esfuerzos en el mundo para buscar respuestas básicas a algunas de las preguntas fundamentales acerca de nuestro universo y que otras civilizaciones puedan existir en alguna parte”, dijo Allen. “Soy un gran proponente de invertir en tecnología y diseño revolucionario y aplicarlos a problemas importantes en la ciencia. Los progresos que ocurren con este instrumento no solo nos permiten sacar mejor provecho para nuestra búsqueda y desarrollo, sino que también cambiará el panorama de construcción de telescopios en el futuro. Un instrumento de esta magnitud, dará lugar a la expansión de nuestra comprensión acerca de la formación del universo y la manera en que se ha desarrollado y nuestro lugar en esto, es la razón por la cual soy el primordial partidario de su desarrollo, diseño y construcción”.

La financiación de $13.5 millones de dólares de Allen, estructurada como un gran reto, permitirá la construcción y operación de la primera fase de 32 platos para finales del año. También apoyará la construcción de la segunda fase de 174 platos adicionales (el ATA-206), que está dependiente en satisfacer el gran reto de la Fundación, en respuesta a lo cual el Instituto elevará $16 millones de dólares en ayuda adicional.

“Es especialmente estimulante ver la Serie de Telescopios Allen aproximándose a su primer hito significativo”, dijo Pierson. “Estamos agradecidos por la ayuda adicional de la Fundación Allen, que está haciendo posible estas modernas instalaciones – y futuros descubrimientos -- . El Sr. Allen y su Fundación han dado el banderazo. El apoyo del Sr. Allen a este meritorio proyecto, al ser igualado por otros partidarios de la radio astronomía y de SETI, acelerará la realización de este proyecto.

El ATA es el resultado de una sociedad multifacética pública y privada entre el Instituto SETI y el RAL. Difiere en la práctica, aspecto y costo de los radio telescopios tradicionales actualmente en uso. En lugar de un solo plano enorme o varios platos grandes, el ATA será construido usando centenares de platos pequeños especialmente producidos. El telescopio incorporará tecnologías innovadoras y modernas, electrónica miniaturizada en coordinación con el cada vez más accesible procesamiento por computadora. Estas nuevas tecnologías, combinadas con la capacidad de conducir observaciones continuas, aumentarán la velocidad de la búsqueda de SETI en 300 veces más que los esfuerzos previos y permite simultáneamente a los astrónomos conducir complejos proyectos de radio astronomía que requieren observaciones a largo plazo. Y el instrumento conseguirá estas metas en una quinta parte del costo de radio telescopios tradicionales de área de captación y complejidad comparables. Cuando esté terminado, el ATA-350 estará entre los instrumentos de observación más grandes y adelantados del mundo.

En su primera fase, el ATA-32 tendrá más antenas que cualquier otro radio telescopio de centímetro de longitud de onda. Las antenas individuales estarán conectadas por fibra óptica. La fibra, energía y los sistemas de distribución de aire serán instalados en “nodos” de diez antenas, una manera eficiente de mantener la fresca temperatura de funcionamiento requerida por el equipo.

Además de dirigir un examen SETI al interior de la galaxia, el ATA-32 observará en dirección del borde galáctico para detectar el deuterio primordial, estudiar la materia oscura en galaxias enanas vecinas, y reproducir mapas de moléculas poli atómicas en nubes moleculares.

“Estoy ansiosa por comenzar a observar en el ATA”, comentó la Dra. Jill Tarter, líder del proyecto ATA y Directora del Centro para la Investigación SETI del Instituto. “Dirigir las observaciones 24/7 es el sueño hecho realidad para cualquier astrónomo y es particularmente emocionante para los astrónomos del Instituto, quienes han estado restringidos por tiempo limitado en otros grandes telescopios de centímetro de longitud de onda. Finalmente, nuestras herramientas van en proporción al tamaño de nuestra tarea”.

Los científicos creen que las ondas de radio, así como aquellas producidas comúnmente por una variedad de tecnologías en la Tierra y propagándose a la velocidad de la luz a través del espacio interestelar, pueden ofrecer la manera más fácil de detectar evidencia de una civilización tecnológicamente avanzada en algún lugar en la galaxia. Con suficiente área de recolección, es posible detectar señales de una tecnología distante que sean más potentes que aquellas producidas actualmente en la Tierra.

El Dr. Leo Blitz, profesor de astronomía y director del Laboratorio de Radio Astronomía en UC Berkeley ha dicho, “el ATA revolucionará la radio astronomía, haciendo posible proporcionar respuestas a las dos preguntas más grandes de la astronomía: ¿Cómo llegamos aquí? ¿Estamos solos?” Blitz continuó, “La capacidad del ATA de hacer imágenes de radio sobre grandes franjas del cielo, hacer mediciones sobre un rango de longitudes de onda de radio sin precedentes, y su capacidad para hacer varios tipos de observaciones al mismo tiempo, proporciona una potencia y una flexibilidad que permitirá a los astrónomos abordar todas las áreas de astronomía que actualmente son inaccesibles. Debido a las capacidades únicas del telescopio, cuento con que descubriremos cosas que ni siquiera sabemos que están allá afuera”.

Fuente: Instituto SETI

Traducción: María Luisa Hernández Castro

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lunes, 5 de abril de 2004

El Huracán sin Nombre

Abril 2, 2004

El 28 de Marzo, un sorpresivo huracán golpeó en la costa de Brasil


Un hotel en Gulfport, Mississippi, colapsado por el Huracán Camille en 1969.


Los huracanes son aterradores. Arrancan árboles del suelo, arrojan autos en el aire, y aplastan casas. Sus vientos pueden soplar más fuertes que 160 km/h. Algunos huracanes han sido conocidos por jalar una pared de agua de 6 m de alto desde el océano … después lanzarla tierra adentro, inundando kilómetros de costa. Ningunas otras tormentas en la Tierra son tan destructivas.

Más o menos memorables. Se habla por décadas de los huracanes más poderosos, mucho después de que las inundaciones bajaron y que los árboles crecieron de nuevo. ¿Qué niño en Mississippi no ha oído hablar hoy del Huracán Camille, la monstruosa tormenta que traumatizó a sus padres en 1969? Los huracanes son las únicas tormentas a las que en la actualidad se les da un nombre, como a la gente, para ayudarnos a recordar.

Bautizar huracanes también ayuda a prevenir confusiones. A veces hay dos o más tormentas enfureciendo al mismo tiempo. Meteorólogos y rastreadores de tormentas usan nombres, como Camille, Hugo y David para aclarar de cual tormenta están hablando. Por estas razones, cada huracán obtiene un nombre. Siempre.

Esto, hasta la semana pasada, el 28 de Marzo, cuando un huracán sin nombre golpeó en Brasil. La tormenta tocó tierra cerca de Torres, un pueblo pequeño en el estado de Santa Catarina a unos 800 km. al sur de Río de Janeiro.

“Esto realmente nos tomó a todos por sorpresa”, dice la investigadora de huracanes de la NASA Robbie Hood. “No se supone que haya huracanes en esa parte del mundo”. Satélites climatológicos han estado circulando la Tierra por más de 40 años. Durante ese tiempo, dice, han anunciado huracanes (también llamados “tifones o ciclones”) en el Atlántico Norte, y a ambos lados del ecuador en los Océanos Pacífico e Indico, pero nunca antes en el Atlántico Sur.

Los huracanes ocurren más frecuentemente en las áreas encerradas con negro, y raramente fuera de éstas.

“Los vientos verticales cortantes en el Atlántico Sur son muy fuertes para los huracanes”, explica Hood. Los vientos en la alta troposfera (alrededor de 10 km de altura) son 32 km/h más veloces que los cientos en la superficie del océano. Esta diferencia, o el corte, degradan las tormentas antes de que se intensifiquen demasiado.

Un típico huracán comienza como una agrupación de tormentas ordinarias. Toma fuerza del calor de las cálidas aguas tropicales y guiadas por fuerzas Coriolis, las tormentas se arremolinan juntas, uniendo fuerzas para crear una depresión tropical … después una tormenta tropical … y finalmente un huracán hecho y derecho. Los vientos cortantes en el Atlántico Sur usualmente frenan este proceso en la etapa de depresión tropical.

Hay excepciones. En 1991, por ejemplo, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos documentó una tormenta tropical fuera de las costas del Congo. Duró como cinco días mientras se arrastraba hacia el centro del Atlántico Sur, pero nunca alcanzó la fuerza de un huracán. (El umbral mínimo para un huracán es de vientos a 119 km/h)

¿Qué fue diferente en la tormenta de Marzo del 2004?

¿Porqué se convirtió en huracán? Nadie lo sabe.




El huracán brasileño el día 26 de Marzo del 2004, visto desde el Moderate Resolution Imaging Spectroradiometer (MODIS) a bordo del satélite Terra. [amplia imagen espectacular]


Cuando la tormenta golpeó en Brasil, los observadores locales aún no estaban seguros de si era un huracán. Brasil no tiene en superficie red de estaciones meteorológicas para medir el viento y la lluvia de tormentas tropicales. “No hay “cazadores de huracanes” en Brasil”, añade Hood. “Las tormentas son muy raras”.

Los satélites espaciales, sin embargo, recogieron un gran reparto de datos. “Los satélites del NOAA, de órbita polar, midieron la temperatura del ojo de la tormenta”, dice el científico climático Roy Spencer de la Universidad de Alabama en Huntsville. “Eso nos dijo que tan rápido se movían los vientos”. Fue un huracán categoría 1, dice, un estimado confirmado por el satélite medidor de vientos QuikScat de la NASA. Además, los satélites GOES del NOAA y los satélites Terra y Aqua de la NASA tomaron imágenes de la tormenta en microondas, infrarrojo y longitudes de onda visibles, permitiendo a los científicos monitorear los movimientos de humedad y energía calorífica dentro de la tormenta – datos valiosos, por cierto.



Un mapa del radar de precipitación TRMM del huracán en el Atlántico Sur el 28 de Marzo

La nave espacial TRMM, una misión conjunta de la NASA y la agencia espacial japonesa, sobrevoló la tormenta varias veces días antes de que tocara tierra, y recopiló quizás los datos más reveladores de todos. TRMM, siglas del Tropical Rainfall Measuring Misión, carga un radar de precipitación, el único en el espacio. Emitiendo a través de las nubes, el radar iluminó bandas espirales de lluvia; ¡las imágenes de la tormenta en color falso asemejan a una galaxia pinwheel! Combinando datos del radar y del generador de imágenes en microondas de la nave espacial, los investigadores pueden estimar el índice de lluvia a lo largo y ancho del huracán – de arriba abajo, del ojo al borde.

“Todo este episodio destaca las ventajas de los satélites para los estudios del huracán, especialmente donde no hay aeronaves esperando volar a través de las tormentas”, dice Hood. “Los satélites pueden monitorear las tormentas en todas partes del mundo”.

Pero queda un problema: ¿Para qué llamarlos? La Organización Mundial de Meteorología mantiene una lista de los nombres de huracanes para cada parte del mundo … excepto el Atlántico Sur. Tristemente, el 28 de Marzo la tormenta dañó para recordar: 500 hogares destruidos, botes de pesca hundidos, al menos 2 personas muertas y 1500 más sin hogar. Los brasileños van a hablar de la tormenta por mucho tiempo y se preguntarán sobre huracanes por venir.

Los huracanes del Atlántico Sur necesitan nombres. Alguien en alguna parte, probablemente, esté haciendo una lista.

Fuente: http://science.nasa.gov/headlines/y2004/02apr_hurricane.htm

Traducción: María Luisa Hernández Castro

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Un Asteroide va hacia los Perros

Mayo 08, 2000

Los astrónomos han capturado imágenes de un asteroide metálico en forma de hueso para perro
Astrónomos de la NASA han recogido la primerísimo imagen de radar de un asteroide del “gran cinturón”, una roca metálica en forma de hueso para perro del tamaño de Nueva Jersey, un aparente resto de una ancestral y violenta colisión cósmica.




Estas imágenes muestran varias perspectivas de un modelo de computadora basado en da¿tos de radar del asteroide 216 Kleopatra.


El asteroide, llamado 216 Kleopatra, es un objeto largo en el principal cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, mide alrededor de 217 kms (135 millas) de largo y alrededor de 94 kms (58 millas) de ancho. Kleopatra fue descubierto en 1880, pero hasta hoy su forma era desconocida.

“Con esta forma de hueso para perro, Kleopatra es uno de los asteroides más inusuales que hayamos visto en el Sistema Solar”, dijo el Dr. Steven Ostro del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, CA, quien dirige un equipo de astrónomos que observan a Kleopatra con el telescopio de 1000 pies (305 metros) del Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico. “Kleopatra podría ser el remanente de una increíblemente violenta colisión entre dos asteroides que no se desbarataron completamente y dispersaron todos los fragmentos”.



El radio telescopio de Arecibo es actualmente el telescopio de un solo disco, más grande del mundo. Inaugurado en 1963, este radio telescopio (y radar) de 305 metros (1000 pies) reside en un valle natural de Puerto Rico. [Más información desde el National Astronomy and Ionosphere Center]


Los astrónomos usaron el telescopio para rebotar señales de radar fuera de Kleopatra. Con técnicas sofisticadas de análisis por computadora, ellos descifraron los ecos, los transformaron en imágenes y ensamblaron un modelo por computadora de la forma del asteroide. El telescopio de Arecibo sufrió una renovación en los noventas, con lo cual mejoró dramáticamente su sensibilidad e hizo factible crear imágenes de objetos más distantes.

Estas nuevas imágenes de radar fueron obtenidas cuando Kleopatra estaba más o menos a 106 millones de millas (171 millones de kilómetros) de la Tierra. Viajando a la velocidad de la luz, la señal transmitida tomó alrededor de 19 minutos en hacer un viaje a Kleopatra de ida y vuelta.

“Obtener imágenes de Kleopatra desde Arecibo fue como usar un telescopio en Los Angeles del tamaño del lente del ojo humano para retratar un auto en Nueva York”, ha dicho Ostro.

Kleopatra es uno de varias docenas de asteroides cuyos colores sugieren que contienen metal. La fuerte reflexión de las señales de radar de Kleopatra, indica que es en su mayor parte de metal, posiblemente una aleación níquel-hierro. Estos objetos fueron una vez calentados, derretidos y diferenciados en estructuras conteniendo un núcleo, manto y corteza en gran medida como fue formada la Tierra. A diferencia de la Tierra, estos asteroides se enfriaron y se solidificaron totalmente y muchos padecieron colisiones masivas que expusieron sus núcleos metálicos. En algunos casos, esas colisiones lanzaron fragmentos que eventualmente chocaron con la Tierra, convirtiéndose en meteoritos de hierro como el que creó el Cráter Meteoro en Arizona.

“Pero no necesitamos preocuparnos de Kleopatra – nunca golpeará a la Tierra”, indicó Ostro.




Pulse en esta imagen del asteroide 4179 Toutatis para aprender más sobre como obtienen los astrónomos las imágenes del radar de estas distantes rocas espaciales.


“La reconstrucción de la forma de Kleopatra basada en radar muestra los dos lóbulos del objeto conectados por una agarradera, formando una figura que se asemeja a una pesa distorsionada, o a un hueso para perro”, señaló el Dr. R. Scout Hudson de la Universidad Estatal de Washington en Pullman, WA. “La figura pudo haberse producido por la colisión de dos objetos que hayan estado previamente fracturados y molidos en montones de escombro sin compactar. O, Kleopatra pudo haber tenido alguna vez dos lóbulos separados en órbita uno alrededor del otro con espacio vacío entre ellos, completando con los impactos subsecuentes el área entre los lóbulos con desechos”.

“Las observaciones del radar indicaron que la superficie de Kleopatra es porosa y sin compactar, tanto como la superficie de la Luna, aunque la composición es diferente”, dijo el Dr. Michael Nolan del Observatorio de Arecibo. “La combinación interna de Kleopatra de fragmentos sólidos de metal y del escombro metálico suelto, y la geometría de las fracturas dentro de cualquier componente sólido, es desconocida”. Lo que está claro es que la historia de la colisión de este objeto es extremadamente inusual”.

“Es asombroso que la naturaleza haya producido un gigante objeto metálico con una forma tan peculiar”, observó Ostro. “Podemos pensar en algunos argumentos posibles, pero hasta este punto ninguno es muy satisfactorio. La existencia del objeto es un intrigante misterio que nos dice que tan lejos tenemos que ir para entender más acerca de las formas y colisiones de los asteroides”.

Los resultados del equipo aparecieron en la edición del 5 de Mayo en la publicación Science. El equipo de Ostro incluye a Hudson; Nolan y Jean-Luc Margot del Observatorio de Arecibo; el Dr. Daniel Scheeres de la Universidad de Michigan, Ann Arbor; el Dr. Donald Campbell de la Universidad de Cornell en Ithaca, N.Y.; el Dr. Christopher Magri de la Universidad de Maine en Farmington; y Jon Giorgini y el Dr. Donald Yeomans del Jet Propulsion Laboratory.

Las imágenes de Kleopatra están disponibles en: http://www.jpl.nasa.gov/pictures/kleopatra El observatorio de Arecibo es parte del National Astronomy and Ionosphere Center, operado por la Universidad Cornell para la Fundación Nacional de Ciencia. Las observaciones de radar de Kleopatra fueron patrocinadas por la Oficina de Ciencia Espacial de la NASA en Washington, D.C. JPL es administrado para la NASA por el Instituto de Tecnología de California en Pasadena.

Fuente: http://science.nasa.gov/headlines/y2000/ast08may_1.htm


Traducido por: María Luisa Hernández Castro

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